La arena política
En la Antigüedad se exigía o se esperaba de los políticos que supieran hablar y que actuaran con moderación. En un artículo que vivamente recomiendo, de Eladio de Pablo profesor y dramaturgo, publicado en Internet, Las nuevas Erinias, relata el autor, con bastante acierto, el tránsito de la cultura del héroe y de la hybris a la del ciudadano y la moderación simbolizado en la Orestía, de Esquilo: Las Erinias, las Furias vengadoras serán transformadas en Euménides o Benefactoras de la ciudad. Esta metamorfosis significa el paso de una sociedad predemocrática a otra democrática.
Estas bestias sedientas de sangre resucitan, según el autor, reencarnadas en la furibunda oposición que azuza a las víctimas del terrorismo para que clamen venganza. Azuzan, añadiría yo, a sus conciudadanos para boicotear a determinados medios de comunicación que han osado criticar a sus próceres. A ese respecto escribe Norman Birnbaum. Washington, EE UU, al director de EL PAÍS (domingo, 25 de Marzo):
He sabido con consternación de las declaraciones del señor Rajoy y su partido, que parecen estar llenas de una considerable nostalgia de la España de los años 1939-1975. Después de haber visto algunas de las lamentables actuaciones del señor Aznar en Washington recientemente (su falta de respeto por su propio país, su desvergonzada adulación a la banda que ostenta el poder aquí) no puedo decir que esté sorprendido. Por favor, transmita a todos sus colegas mi más completa solidaridad.
Por no hablar de la intoxicación informativa que supone el hecho de que desde que un 14 de marzo las urnas no les dieron la razón intenten convencer a la opinión pública de la inverosímil existencia de un complot entre el PSOE y ETA que habría sido el detonante de los atentados del 11-M. Creen que la reiteración de una mentira acabará convirtiéndola en una verdad.
En un editorial publicado en EL PAÍS el pasado domingo, titulado ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Rajoy? leo: “Es difícil hallar un propósito racional en la escalada de despropósitos en que se están metiendo los actuales dirigentes del PP. No tendría mayor importancia si sólo estuviera en juego su futuro político, que también lo está. Lo grave de la deriva que está tomando el que debiera ser el gran partido conservador español es que está afectando a las instituciones y al clima general, precisamente en un momento excepcional por los niveles de prosperidad, de bienestar y de madurez de la sociedad española”.
Pero... ¿por qué tanta manifestación, tanto ataque virulento precisamente este mes? Quizá por los juicios del 11-M, quizá también porque se cumplen ya cuatro años del inicio de la guerra de Irak y , que yo sepa, solo hay dos personas en este planeta que siguen justificándola: un tarado estadounidense y otro español que transita por Australia. Por eso hacía falta todo este circo, culpar a Zapatero y al PSOE de todos los males reales e imaginarios (la mayoría) de España y los españoles, echar como erinias a las víctimas del terrorismo por el 11-M, echarse a sí mismos contra medios de comunicación que solo ejercen su libertad de expresión, amenazar y asustar con desastres apocalípticos como la ruptura de España y de la familia, simplemente para echar una cortina de humo o de fuego el día que tuviéramos que recordar que Aznar nos llevó a la guerra contra la opinión y las protestas y las manifestaciones del 90% de los ciudadanos.
Y si por lo menos supieran hablar...