FELIZ AÑO NUEVO

(¿Acaso en esta legislatura se aparcó dicha maquinaria en algún momento?)
Y, ¡congratulémonos!: habrá cara a cara entre los dos principales líderes. Ya han pactado los contenidos de los dos debates con los que pretenden convencer a sus no correligionarios. Los debates se centrarán sobre economía y empleo, políticas sociales, política exterior y de seguridad (en él se hablará del terrorismo) y política institucional. Y yo me pregunto:
¿Y la educación? Perdón, La Educación (con mayúsculas)
Está claro que es un tema que políticamente no vende, y no lo hace porque es algo que, según las encuestas, no forma parte de los temas que más preocupan al pueblo español. La Educación, para los últimos gobiernos, no ha sido más que una moneda de cambio que modificaba a su antojo una vez ganada la Moncloa. Todos los últimos cambios educativos se han hecho para tapar las grietas que van dejando los informes, supuestamente asépticos, de determinado carácter internacional y también nacional, además de intentar dar cabida a exigencias europeas e intentar paliar determinados problemas laborales. Pero nuestros políticos no se dan cuenta de que parchear no mejora la estructura del edificio, sólo la enmascara. Parece que sólo quieren mejores estadísticas, aunque falseadas, a pesar de que esa cimentación de la Educación de nuestros jóvenes sea tremendamente frágil.
La administración, como garante de la Educación, no hace sino echar balones fuera, creando planes de mejora, leyes y medidas que no terminarán de solucionar el problema, que es bastante más profundo.
Tras el último informe PISA se airea el modelo finlandés de educación, profundamente motivador para el alumnado, e incluso en algún telediario le dedican algún reportaje. ¿Por qué no hacer aquí lo mismo? Los modelos no son extrapolables: ¿cuál es el nivel de estudios de las familias finlandesas?, ¿cuál es el índice de lectura en sus familias? ¿cuánta prensa se vende?...y sobre todo ¿cuánta televisión ven los/as niños/as de ese país?, suponiendo que su televisión sea tan perniciosa como la nuestra.
En un informe que leía hace poco, la cifra de horas anuales de televisión consumidas por nuestros jóvenes era de 950 horas. Teniendo en cuenta, además, la calidad de lo que visionan, ¿cómo puede un libro competir con la tv para que vayan adquiriendo mayor comprensión lectora? ¿cómo vamos a hablar de estudiar?...¿van a ser efectivos los planes de lectura y biblioteca? Tv, Tv y más Tv
En fin, no era mi intención hablar de este tema, pero cuando veo que la Educación no es un tema prioritario para nuestros próceres, simplemente me indigno porque los que trabajamos en ella tenemos claras muchas cosas que desde los despachos parecen que no quieren oir. Hasta que en este país no hagan de la Educación una prioridad de estado, no se solucionarán los problemas, sino que se irán enmascarando.
Yo, acercándome al fin de este año, tan triste para mí personalmente, no quería ser negativo pero nos quedan muchos asuntos que soportar en 2008 , 2009,...¿hasta cuándo?
Lo malo es que a algunos de los que ponemos mucha ilusión diaria en nuestro trabajo, ya no nos quedan muchos años y nos gustaría que esto cambiara, que hubiera un compromiso serio.
Os deseo de todo corazón que, como en este video, las penalidades se esfumen y que el año 2008 sea para todos/as tal como deseáis: