Despedida... y hasta pronto
Hace muy poco nuestra querida Juana tomó también la decisión de abandonar la docencia, por motivos de salud. Dos homenajes se le han hecho, uno por parte de sus alumnos, otro de sus compañeros, y poco parece ser para lo que una mujer tan inmensamente humana y tan trabajadora merece.
Sabemos que seguimos contando con ella, que los que tenemos el privilegio de sentirnos amigos y amigas de Juana disfrutaremos aún muchos buenos ratos de su compañía. Pero ya no la encontramos cada día iluminando los pasillos grises con su abierta y sincera sonrisa. Y la echaremos de menos muchísimo, porque ha sido una gran profesora, una grandísima educadora, una magnífica compañera y una estupenda amiga.
En la cena que sus compañeros le dedicamos, recitó Juana un poema de Eugenio Montejo, autor venezolano recientemente fallecido, que me gustaría reproducir en honor a ella:
La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio,
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda, a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro,
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.
Gracias, Juana, por habernos dedicado dieciocho años de tu vida.
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio,
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda, a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro,
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.
Gracias, Juana, por habernos dedicado dieciocho años de tu vida.