jueves, mayo 14, 2009

Se nos ha ido Carmen


Una despedida es siempre causa de tristeza y de dolor. En esos últimos momentos, cuando intentas decir adiós, es cuando desearías que el tiempo retrocediera al menos un minuto para expresar eso que sentías y que nunca has dicho ni tendrás ocasión ya de decir.
Decir adiós a quien estuvo contigo compartiendo bellos momentos y experiencias comunes, a veces amargas, es difícil. Quieres creer que todo ha sido un mal sueño y que pronto despertarás para volver a verla, entrando como cada mañana en el Instituto, con sus confidencias, sus altibajos, su cercanía...
Pero te has ido, Carmen. Nos has dejado con lágrimas en los ojos y el corazón herido por tu inexplicable partida. ¿Cuántas veces nos callamos un elogio, hemos evitado una sonrisa, hemos pasado de largo? Es en estos instantes, al dar el último adiós, cuando nos preguntamos: ¿Por qué no lo hicimos? ¿Por qué lo dejamos todo para mañana?
Quisiera, en ese minuto que pedía al comenzar, decirte que eras una superviviente (aunque parezca ahora esto una paradoja), una mujer incansable, activa, inquieta, siempre dispuesta a adquirir conocimientos nuevos, siempre superando los obstáculos que te ponía por delante la vida.
Has estado luchando hasta el final, organizando tu trabajo, tu familia: todo para ese futuro que deseabas y que ha desaparecido para ti.
Pero, aunque no estés físicamente entre nosotros, el tiempo que hemos compartido forma parte importante de nuestras vidas. Siempre estarás con los que te hemos conocido.
Adiós, Carmen. No te olvidaremos.

Etiquetas:

6 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

¡Qué fino el hilo del que pende nuestras vidas y en qué poco tiempo se seccionó el tuyo! Entrar en secretaría, ver el hueco que dejaste y a Rosa abatida se hace una difícil tarea.
Pero siempre estarás sentada en esa mesa, siempre tuya, presente entre nosotros...
¡No te olvidaremos, Carmen!

5/10/2009 4:21 p. m.

 
Anonymous Meli dijo...

Pensamos que las personas que nos rodean, aquellas con las que trabajamos y a las que vemos a diario durante años, van a estar siempre ahí. Y dejan un vacío tremendo si, de repente, se van. ¡Cuánto te echamos de menos!

5/10/2009 7:02 p. m.

 
Blogger Juana G. Linares dijo...

Carmencita, donde quiera que estés estaremos contigo de la misma manera que sigues aquí, como te sentimos, tan cercana, tan dispuesta a aclararnos los entresijos de los papeles que pueblan este oficio. Toda una suerte haberte conocido.

5/12/2009 10:46 a. m.

 
Anonymous enriqueg dijo...

Carmen, te has ido sin poder disfrutar de tu simpatía, tu trabajo, tu buen estar con los compañeros, familiares y amigos al máximo como quisieras, pero te has ido antes de tiempo, donde quieras que estés quiero que sepas que has sido para mi algo más que la secretaria del tuto que me solucionaba todo al momento, has sido una compañera más e incluso como de mi familia, encantado de haberte conocido. Nunca te olvidaré, Carmen.

5/12/2009 4:01 p. m.

 
Blogger Ana Echarri dijo...

Siempre aprendiendo, siempre queriendo mejorar; nunca olvidaré ese esfuerzo colosal que hiciste para pasarte a Guadalinex. ¡¡Bravo Carmen!!

5/14/2009 9:55 p. m.

 
Anonymous Anónimo dijo...

Nunca te olvidaré

4/05/2011 6:33 a. m.

 

Publicar un comentario

<< Home