LA FERIA DE LA CIENCIA

Como otros años, nuestro centro ha estado presente en la V Feria de la Ciencia de Sevilla, pero esta vez como meros visitantes. Un numeroso grupo de alumnos y alumnas (uno de segundo de ESO, todo 3º y 4º de ESO) visitó el pasado viernes 11, durante casi toda la mañana, los diferentes stands en los que puedieron "acercarse a la ciencia" a través de experiencias que compañer@s de otros institutos se encargaban de mostrarles.
Como ya sabéis nuestro centro no ha podido participar este año por diversas causas, lo que hacía que gran parte de nuestro alumnado echara en falta esos días vividos con tanta intensidad y, tal como allí afirmaban, no es lo mismo ir de visitantes que participar como divulgadores. Aún así, aprovecharon también para saludar a conocid@s de años anteriores, porque aparte del papel divulgador de la ciencia que ejerce la Feria, otra faceta importante es la de las relaciones que se establecen con el alumnado de otros centros.
En la edición de este año, numerosa en cuanto a participantes, no ha habido demasiadas experiencias dignas de reseñar, salvando las de los centros oficiales: CNA, CSIC, Ciencias de los materiales, Parque de las Ciencias de Granada, etc, la mayoría de los centros repiten contenidos, siendo importante la labor en el estudio de la aceituna del instituto de Arahal.

Pero si hay que resaltar experiencias de algún instituto, me quedo con las del stand del IES Rey Fernando VI de Madrid, invitado expresamente desde la Feria de la Ciencia de Madrid debido a la importancia de su contenido y a la originalidad de sus presentaciones. A destacar, por su simplicidad y efectismo, la experiencia sobre birrefringencia (doble refracción) de la luz de una pantalla TFT en blanco, sobre un paisaje hecho con papel de celo adhesivo, y observándola con polarizadores (plásticos de radiografías). Al colocar el polarizador en una posición se veía el cielo claro, la casita azul y el cielo de diferentes colores. Al girar el polarizador 90º se vía el cielo oscuro, la casa roja y los colores del paisaje cambiaban...¡Muy bonita!
También en ese stand se podía apreciar la forma de una onda estacionaria originada en un tubo cerrado gracias a las llamitas del gas que salía por unos orificios estratégicamente situados en los nodos y vientres de dicha onda. Muy curiosa, de fácil concepción teórica pero de difícil bricolaje.

En fin, todo el mundo pasó una buena jornada. Lo penoso de este asunto es que todo el montaje que conlleva la feria es algo totalmente efímero, pero de la relación de Sevilla con la ciencia hablaremos proximamente.