jueves, abril 20, 2006

EL LIBRO

A Javier Reverte

Despacio y con cuidado,
Acariciando el filo,
Pasé la última página.
Inhalé con ansia, para guardarlo dentro,
El olor áspero del libro
Y recorrió mi piel una especie de nostalgia apresurada.
Tanto me diferí en él,
Tanto fue el tiempo,
Tantas las dimensiones.


Temblando de melancolía repasé
Las últimas palabras,
Los índices, las citas.
Tanto tiempo habité su mundo pleno.
Se reflejó mi alma en él como un espejo,
Como un espejo mis labios lo empañaron.

Despegué con renuencia dolorosa
Sus tibias adherencias
De mi piel interior,
Esa que cubre
El espíritu traslúcido de las cosas que amamos.

Concluir fue ocultar la cerradura,
Disimular la puerta.
Sacudirme de los ojos las esferas doradas,
Los colores,
Los cuadros que no vi, las perlas, las imágenes.


Desprender de mis oídos el suave algodón empapado
De músicas ajenas,
De lenguajes mágicos,
De plumas, de alas malheridas...
Las hojas secas cayeron en mis manos
Como el consuelo que no solicité,
Como limosna.
Quedó su espacio como fantasma mórbido.
Mi díscola inquietud pudo encontrar su ancla y su cadena.

Bebí el vino de Ismaria
En compañía del héroe
De casco tremolante.
Fui la mujer expectante, nube de pasión densa,
Peligrosa de truenos
O desflecada, rojiza de ternuras.
Visité la ciudad desolada
De murallas enfermas,
De grietas tan abiertas
Que no resisten el asedio del tiempo,
La dulce tentación en el vientre del caballo.
La ciudad deslumbrante de sol,
Pálida como una joya.
La isla viva,
La inerte,
La que obtuvo la dudosa recompensa
De enraizarse.
Y etcétera.

Viví bien, el tiempo que viví contigo.

1 Comentarios:

Blogger Meli dijo...

http://www.casadellibro.com/fichas/fichabiblio/0,1094,2900000670693,00.html?codigo=2900000670693&titulo=CORAZO

4/20/2006 7:54 p. m.

 

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